VICTORIANO CRÉMER
La Hora Leonesa
León, 4 de marzo de 1979
La pintura, como el arte en general, "es" cuando de verdad es. Cuando en la obra, además de unos preceptos técnicos, se descubre un ansia de creación y una voluntad de comunicación. En definitiva, cuando "convence".
Pero al convencimiento no se llega en arte por ninguna suerte de mecanismos ajenos al cuerpo, vamos a llamar místico, del artista. Lo que convence no es, como ingenuamente pudiera suponerse, aquello que halaga nuestros sentidos más superficiales o lo que conviene a nuestra disposición sensorial, sino precisamente lo que arrancando del misterio, del ansia soterrada del creador, nos llega, sin saber por qué, a los laboratorios en los cuales el ser humano sensible transmuta las apariencias en esencias.
Y esto es lo que milagrosamente produce la pintura de Linares, un convencimiento por vía sorpresiva. Nos abnegamos en sus espacios y nos asimos a sus figuras, porque lo uno y lo otro constituyen los puntos de partida para el entendimiento o, mejor, para el convencimiento.
Linares inserta la figura en el paisaje como parte integrante del mismo. Y, contrariamente, el paisaje es a la figura como su inevitable e imprescindible envoltura. De ahí que las perspectivas abiertas a las cuales el artista contempla, y reproduce, sean espacios con alma.
Cuando el pintor rescata o libera de su función en el cuadro la figura, entonces lo que transcribe son parcelas de ese mismo cuadro mutilado, son seres desgajados, pero nutridos de la misma sustancia, del mismo halo, de la misma humedad. Están transidos del espacio que acaban de abandonar. Y acumulan lírica resonancia, transpiran cielo o nube o niebla.
La paleta de Linares no acumula impresiones , sino sensaciones, ansias. De ahí su apretada disciplina, su asordamiento, su lirismo interior. Por más que la temática obligatoriamente responde a la circunstancia del hombre, en ningún momento se configura como pintura regionalista. Es, nada más y nada menos, "pintura" con fundamento, pintura de convencimiento, pintura resultante de una constante y responsable ansia creadora.
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